miércoles, 7 de diciembre de 2011

Ergonomía doméstica: La prevención en las tareas del hogar

La mayoría de las personas encargadas de las tareas domésticas, se quejan con frecuencia de trastornos en el aparato locomotor, concretamente de las extremidades y de la columna vertebral. En multitud de casos pequeñas normas posturales o pequeñas modificaciones del modo o utensilios que usamos para las actividades del hogar pueden prevenir la aparición de estos problemas.


Como regla general, hay que tener en cuenta diferentes aspectos:

  1. Tanto si permanece de pie como sentado, mantenga siempre la espalda erguida.
  2. Evite giros bruscos con la columna. Al girar hacia los lados, hágalo con todo el cuerpo, si lo hace sólo con el tronco debilitará su columna.
  3. Evite en lo posible levantar objetos pesados. Si tiene que recoger algún objeto del suelo, doble las rodillas, nunca la espalda. Una vez agachado, use ambas manos, agarre con firmeza y arrime el objeto al cuerpo todo lo que pueda. A la hora de levantarse, hágalo con las piernas, no con la columna. Una vez arriba, asegúrese de que la carga no está bloqueando el campo de visión al comenzar a andar. Cuando llegue a su destino, invierta el procedimiento. Agáchese abriendo las piernas y doblando las rodillas y coloque la carga frente a usted.

Limpiar el suelo:

a) Con escoba, fregona u otros:

Al barrer y fregar el suelo, asegúrese de que la longitud de la escoba o fregona es suficiente como para que alcance el suelo sin que se incline. Si no es así, cambie el instrumento porque le será imposible utilizarlo sin sobrecargar su columna. Las manos deben poder sujetar la escoba o fregona manteniéndose entre la altura de su pecho y la de su cadera. Al barrer o fregar, mueva la escoba o fregona lo más cerca posible de sus pies y hágalo tan solo por el movimiento de los brazos, sin seguirlos con la cintura, asegurándose de que su columna vertebral se mantiene constantemente vertical y no inclinada.




b) Con aspirador:

Cuando pase la aspiradora, adopte la misma postura que para fregar el suelo, pero flexione algo más la rodilla avanzada. Si tiene que agacharse para pasarla por debajo de un mueble, agáchese doblando y apoyando una de las rodillas en el suelo. Vigile que su columna permanezca recta, y si debe inclinarla, apoye la mano que tiene libre sobre la rodilla o en el suelo. Se recomiendan aparatos con ruedas, que son mucho más fáciles de trasladar.




Limpiar ventanas y estantes altos:

Al limpiar los cristales de ventanas y los estantes que se encuentren en alturas elevadas, cuando use su mano derecha adelante el pie derecho y retrase el izquierdo, apoye la mano izquierda sobre el marco de la ventana a la altura de su hombro y utilice la derecha para limpiar. Al cabo de cierto tiempo, invierta la postura y utilice la izquierda. Asegúrese de que el brazo que limpie tenga el codo flexionado y limpie desde el nivel de su pecho al de sus ojos. Para limpiar por encima de ese nivel, súbase a una escalera u objeto y mantenga una de las manos apoyadas. Vigile que su columna esté recta y el peso se reparta entre sus pies y la mano que tenga apoyada.




Fregar:

Asegúrese de que el fregadero está aproximadamente a la altura de su ombligo, de forma que pueda sostener un plato en él con la columna recta y los codos formando ángulo de 90º. Mantenga un pie en alto apoyado sobre un objeto o reposapiés y alterne un pie tras otro, vigilando que su columna se mantenga recta. Al pasar los platos de un seno del fregadero a otro, hágalo sólo con los brazos, sin mover la cintura.




Cocinar o trabajar en la cocina:

Al igual que el fregadero, la encimera de la cocina, la vitrocerámica u el hornillo deben de estar a la altura del ombligo, cuando vaya a cocinar.

Distribuya bien los enseres de cocina en los armarios. Lo que más pesa debe estar colocado a un nivel comprendido entre el de su cadera y su pecho. Si tiene que buscar en un estante o armario colocado al ras del suelo, y sus rodillas se lo permiten, póngase de cuclillas frente al armario. Mantenga los pies relativamente separados para mejorar su estabilidad y, eventualmente, apoye una de las manos sobre la encimera.


Otra forma consiste en inclinarse de forma correcta: colóquese perpendicular u oblicuamente al armario, de forma que le quede (por ejemplo) a su izquierda, apoye su mano izquierda en la encimera e inclínese mientras apoya su peso en la pierna derecha y eleva la izquierda hacia atrás, realizando un levantamiento en báscula. Este sistema es útil cuando no se va a mantener en una postura inclinada mucho tiempo y lo que debe retirar no es muy pesado. Si tiene que permanecer cierto tiempo buscando en el armario, apóyese con ambas manos en la encimera, arrodíllese frente al armario apoyando sus nalgas en sus talones o manteniendo el apoyo de una de las manos en la encimera. Si lo que tiene que levantar es muy pesado, colóquelo en el suelo y levántelo con una carga diagonal.




Planchar:

Al planchar, la tabla de planchar debe ser relativamente alta, llegando hasta la altura del ombligo o ligeramente por encima. Si está de pie, mantenga un pie en alto y apoyado sobre un objeto o reposapiés y alterne un pie tras otro. Si en algún momento debe hacer fuerza sobre la superficie, baje el pie del reposapiés, retráselo en relación al otro pie y apoye la mano con la que no sujeta la plancha en la mesa. De esta forma su peso será mantenido por la mano con la que se apoya y sus dos pies, y no lo soportará su columna. En esa postura, utilice el brazo, y no su peso, para presionar la plancha contra la tabla.




Tender:

Al tender mantenga una postura erguida, con las manos a nivel de la cadera si el tendedero es desmontable; en el caso de que el tendedero esté por encima de su cabeza regúlelo a una altura adecuada a su persona.
 

Comprar:

Al ir a la compra, intente evitar tener que transportar lo comprado. Es mejor hacerlo dos veces por semana y que le traigan la compra a casa que cargar y transportar varios kilos de peso. Si debe transportar la compra, use un carro, debe mantener una postura erguida sin hacer una extensión de hombro completa y con un mínimo porcentaje de flexión de codo; siendo la mejor alternativa empujar el carro. Si no tiene más remedio que transportar personalmente la compra, sin carro, use una mochila o reparta el peso por igual entre ambos brazos, manteniéndolo lo más cerca posible de su cuerpo evitando transportar más de dos kilos en cada brazo.


2 comentarios:

  1. Estupendo artículo, me parece muy claro para incluir, si puedo, en alguna formación interna y además para fomentar una cultura preventiva en todas nuestras tareas diarias, cuidado de hijos-as y mayores, tareas del hogar, seguridad vial. Como dice el anuncio la seguridad laboral empieza desde que salimos de casa y más diria desde que nos levantaos.
    Te seguiré que me gusta lo que escribes.
    Jesús Mari

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  2. Estupendo artículo, me parece muy claro para incluir, si puedo, en alguna formación interna y además para fomentar una cultura preventiva en todas nuestras tareas diarias, cuidado de hijos-as y mayores, tareas del hogar, seguridad vial. Como dice el anuncio la seguridad laboral empieza desde que salimos de casa y más diria desde que nos levantaos.
    Te seguiré que me gusta lo que escribes.
    Jesús Mari

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